Santiago (Chile) - "Hemos fallado a nuestro deber de pastores al no escuchar, creer, atender o acompañar a las víctimas de graves pecados e injusticias cometidas por sacerdotes y religiosos. A veces no reaccionamos a tiempo ante los dolorosos abusos sexuales, de poder y de autoridad y, por ello, pedimos perdón en primer lugar a las víctimas y sobrevivientes", expresaron mediante una declaración los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh).
El documento conclusivo de la 116ª asamblea plenaria extraordinaria del Episcopado, que se desarrolló del 30 de julio al 3 de agosto en Punta de Tralca, fue presentado por el presidente de la CECh, monseñor Santiago Silva, junto con el secretario general, monseñor Fernando Ramos.
La asamblea fue convocada para abordar la situación que vive la Iglesia Católica en el país, particularmente a raíz de los graves casos de abuso cometidos por personal consagrado.
En los últimos tres días de la asamblea participaron, además de los obispos, los vicarios de Pastoral de las diócesis, directivos de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile (Conferre) y congregaciones religiosas, diáconos, laicas y laicos colaboradores en los servicios nacionales del Episcopado.
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