lunes, 6 de agosto de 2018

Complica al radicalismo la división de los intendentes

Córdoba - La firma del Pacto Federal entre el gobernador Juan Schiaretti y más de 300 intendentes y jefes comunales de distintos partidos políticos, colocó a la Unión Cívica Radical en una posición incómoda. Nadie pudo dejar de ver al radicalismo dividido entre los que acordaron entre sonrisas con el mandatario peronista y los que, junto a Ramón Mestre, se atrincheraron con una contraoferta.
Desde el Panal informaron que 73 intendentes de la UCR firmaron el acuerdo, y aseguran que muchos otros prometieron hacerlo antes de mañana martes, cuando el Pacto sea enviado a la Legislatura para su aprobación; el motivo de la demora es que algunos no querían salir en la foto. Fuentes municipales, en tanto, trataban de reducir el impacto político afirmando que los rebeldes eran apenas una veintena. Desde el Comité Central de la UCR, a su vez, dijeron que 135 de los suyos se abstuvieron.
Lo cierto es que un gran número de intendentes terminará suscribiendo el acuerdo con la Provincia, por la cual resignan a los conflictos judiciales a cambio de fondos frescos.
La imagen de ayer es la de un radicalismo dividido, en el cual los jefes locales no están alineados con el Ente de Intendentes que preside nada menos que por Ramón Mestre, uno de los más fuertes aspirantes a la candidatura a gobernador de la UCR.
Schiaretti y su ministro político, Carlos Massei, disfrutaron del daño que le infligieron a los radicales. Para mayor dolor, colocaron en un lugar de privilegio en la sala, cerca del gobernador a los intendentes de Río Tercero, Alberto Martino, y de Villa Carlos Paz, Esteban Avilés.
Martino administra la ciudad más importante que tiene el radicalismo en el interior provincial y ya ha demostrado que puede jugar para el peronismo si las circunstancias le parecen justificadas, como cuando apoyó la candidatura presidencial de Daniel Scioli en 2015. Avilés, en tanto, es un ex radical que con una agrupación vecinalista arrasa electoralmente en su ciudad, y por ello es codiciado por Unión por Córdoba y por Cambiemos, aunque el mestrista Marcelo Cossar dijo que ya lo ve encaminado hacia el peronismo.
Insistentes versiones, no confirmadas por los protagonistas, indican que fuertes operadores del peronismo ya le ofrecieron a Avilés y a Martino que formen un binomio para competir por el gobierno en 2019. Aprovechando la última legislación electoral diseñada por el PJ, como miembros de la fórmula gubernamental Avilés y Martino serían, en paralelo, candidatos a legisladores provinciales, por lo que tendrían muchas posibilidades de, encabezando un radicalismo disidente, acceder a bancas en la próxima Cámara.
Una fórmula así no tendría chances de pelear realmente por la Gobernación, pero sí le haría mucho daño a la UCR, cualquiera sea su candidato, en un escenario polarizado.
Puertas adentro de la UCR, el más lastimado es Mestre, por su condición de presidente del Ente de Intendentes. Mestre ha sido el cacique del reclamo político y judicial, en nombre de todos sus colegas, pero ayer muchos de ellos terminaron dándole la espalda. Igual, presentó su contraoferta al Pacto impulsado por Schiaretti, que es denunciado como injusto y perjudicial a los intereses de los municipios y las comunas de la provincia.
El problema para el radicalismo continuará en la Legislatura. El Pacto debe ser aprobado por la Cámara y allí se verá a los legisladores de Cambiemos votar en distintas direcciones. El sufrimiento no concluiría la semana que viene, sino la próxima.
Este problema podría encontrarse también en el PRO, donde el jefe del Ente, Oscar Tamis, tendría las mismas desventuras que Mestre, pero se sabe que en el macrismo cordobés no hay un real candidato a gobernador que sufra las consecuencias de una desobediencia masiva. (El Alfil).
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