"El trabajo dignifica; no se trata solamente de llevar el sustento al hogar. El que no trabaja siente una gran frustración", advirtió el vicario general y responsable de Pastoral Social de Villa María, presbítero Alberto Bustamante, en una entrevista con El Diario con motivo del cierre de fábricas en el territorio diocesano.
El sacerdote recordó que en el documento "Iglesia y Comunidad Nacional" de 1981, que ayudó "en el paso de la dictadura a la democracia", decía claramente que "el hombre necesita trabajar, porque si no lo hace no es feliz, sus energías se paralizan y se convierte para sí mismo en un frustrado y para la sociedad en alguien que depende de los demás y no puede desarrollarse por sí mismo".
El padre Bustamante formuló una "convocatoria a que todos los actores sociales que puedan crear o sostener fuentes de trabajo, sea desde las políticas públicas o desde el capital, lo hagan".
Consultado sobre si es posible la intervención de la Pastoral Social en estas situaciones, respondió: "Siempre planteo que el diálogo es necesario; siempre considero que sería bueno un ámbito en el que pudiéramos encontrarnos los actores sociales para realizar nuestros aportes en la mesa del bien común".
"Nosotros participamos de la cultura del encuentro que postula y pregona el papa Francisco", subrayó, y sostuvo: "En la confrontación perdemos todos".
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